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Despierta en una fábrica industrial, sin ropa. Se levanta.
Hace frío. Se abraza.
Máquinas oxidadas, anticuadas, frías piezas de metal: eso es todo lo que ve ahora.
Una cristalera rota. La luz de la luna se filtra, y ocasionalmente una ráfaga de viento se cuela por las grietas, alborotando su corta melena.
Súbitamente, todas las máquinas comienzan a moverse, estallan en una explosión estruendosa de actividad.
Ya no. Ahora vuelven a estar inactivas, la calma vuelve a reinar.
No volverán a estar activas nunca más.

Nunca

más.

Camina hacia la salida de esa mole de metal, de óxido, de acero, de humo desaparecido.
Sale.
El viento, el frío... todo es exactamente igual, nada varía. El mismo ritmo inalterable. La misma luna. La misma noche. Las mismas fábricas. El mismo asfalto.
La brisa sólo trae el eco lejano de un violín que da sus últimas notas
               
                     como agonizante...
                                     
                                   como muriendo.

Él se aferra a esa débil melodía con todo su ser. Para él no existe nada más, él lo necesita. Si ese sonido desaparece, él desaparece.
No hay nadie en esa realidad gris y negra. Gris, negra y blanca.
Nadie altera la imagen inmóvil, nada se mueve. Sólo brisa.
...
No hay nada.
Un gato pasa sonriendo por delante suyo. Se para y le sonríe, pero luego se va. Nunca estuvo ahí.
Porque...                            no                    existe                nada.

El violín pierde intensidad...
               ....Él...
          ...Se ahoga...
                                      El violín pierde intensidad...
                                           ...Él...
                                       ...Se ahoga...

                                                                               El violín pierde intensidad...
                                                                           ...Él...
                                                                 ...Mira a la luna...
                                                                     
Estática.
Impasible.
                                                    El violín se apaga.
Él.
Ya no está allí.

Only through struggle have I found rest

With a piece of me taken away

I begin to understand

Hollow out this machine like chest

With its gears that turn to make me feel

And assembled thoughts that fade away...

Antes, Ahora.

Hay quien sufre mucho a lo largo de sus días. Hay quien no. Hay quien sufre más que otros... a mi no me ha tocado nada especial. Mi vida es algo muy importante para pocos, y un simple objeto de curiosidad para otros muchos. He pasado lo que mucha gente pasa, pero para mi sí es especial. Es especial porque es mio. Desde hace dos años y poco más, mi vida ha sufrido un cambio constante. He sufrido caídas, y sea como sea, me he levantado, he continuado. A veces con resignación... no, siempre con resignación, siempre con esperanza. Nunca fui muy dado a afrontar los hechos alegremente, no hasta ahora. He conocido a gente, a mucha gente. Algunos han pasado por mi vida, han transitado por ella sin significar gran cosa, sin enseñarme nada en especial. Otros, unos pocos, se han quedado. Algunos de ellos me han hecho daño, otros no. En estos dos últimos años, se ha labrado una parte muy importante de mi mismo, y ahora, ahora estoy en paz con lo que soy. Tengo mis defectos, disto mucho de ser perfecto, pero me siento bien, me siento conforme. A vosotros, a los pocos que os habéis quedado, muchísimas gracias. A los que no, también. Todos han formado parte de mi, de alguna manera. Pero a los que os habéis quedado, a los que me habéis aguantado en todas mis fases... os debo algo especial, una lealtad especial. Y espero, para vuestro propio deleite, que leáis esto, porque lo que voy a decir no lo repetiré muchas más veces, no sé si lo repetiré alguna vez: os quiero. Si lo leéis o no, me trae sin cuidado, para mi seguiréis significando lo mismo, pero así esto queda plasmado en algún sitio. No tengo intención de dar nombres, lo sabéis tan bien como yo. Apenas 4 personas... claro está, no incluyo lo evidente: mi familia. Gracias a todo esto, ahora he conseguido algo que nunca creí que conseguiría: librarme de mis miedos, tener seguridad en mi mismo, nunca consideré la posibilidad de que esto fuera a ocurrir. Y ha ocurrido. Sorprendente, de verdad, sorprendente...

Y para ti... hace poco que llegaste, pero nunca estuve tan seguro de algo, solo ahora se algo con total y absoluta certeza... mis sentimientos hacia ti son claros... y están totalmente fuera de cuestión... totalmente fuera de cuestión: te quiero.

Es gracioso... derrepente ahora nada se atiene a las leyes de siempre... :3

Infinito.

Es posible la existencia de mundos paralelos en los que se desarrollen los diferentes sucesos que pueden ocurrir, podían haber ocurrido, y ocurrirán. Sin embargo, ¿son infinitas estas posibilidades? Es obvio que llegaríamos a un número colosal e inimaginable de diferentes acciones y sucesos posibles, teniendo en cuenta la cantidad de circunstancias que nos rodean (desde las más grandes hasta las más ínfimas), pero, ¿acaso son infinitas? 

Si algún momento es el adecuado para liquidar de una vez por todas a los antiguos fantasmas, es este.
Me siento tan frágil, y a la vez tan fuerte...

.

Y ahora todo cobra sentido. Ahora, por alguna razón, puedo demostrar que todo es cierto. Cosa que antes no podía hacer ni por lo más remoto, me siento mejor que nunca, ahora comienzo a vivir... antes lo hacía, pero ahora lo hago bien.. :D